lunes, enero 19, 2009

De visita a las cuevas de Lodosa


fuente: http://www.noticiasdenavarra.com/estella/2006/11/04/estella/d04est4.725347.php

Una de las características que ha marcado la historia y costumbres de Lodosa fueron las viviendas que muchas familias construyeron desde el siglo XVIII en la peña que bordea la localidad. En total se excavaron alrededor de 200 hogares, que a lo largo de los años han quedado olvidados, derruidos o se han utilizado como corrales.

El Ayuntamiento de Lodosa ha querido recuperar esta época histórica rehabilitando cuatro de las cuevas para que vecinos y turistas puedan visitarlas y conocer cómo se vivía antes en la localidad. Dos de éstas se encuentran junto al Calvario y las otras dos, subiendo hacia los antiguos depósitos. Para la recuperación, el Consistorio cuenta con una subvención de 12.000 euros del Servicio Navarro de Empleo y la cesión gratuita de los inmuebles por parte de sus dueños: Antonio Baigorri Romero, Santiago Martínez Falces y los hermanos Florencio, María Puy y Amparo Duque Campo.

Desde el lunes, Pedro Leza coordina a Iñaki Encina, Martín Alunta y José Luis López Lahoz en las labores de limpieza de las cuevas. "Por ahora ya hemos limpiado una cueva y otra la estamos terminando, pero queda mucho trabajo por hacer. Hay muchas cosas y animales muertos en el interior. Luego habrá que hacer obras para asegurar las paredes y techos porque hay partes en mal estado", explicaba Leza.

Los accesos también se han desescombrado. Entre los objetos encontrados, se guardarán los aperos de aquella época para decorar las cuevas. "Casi todo lo que hay aquí dentro no sirve para nada, pero ya hemos encontrado rastrillos e instrumentos para el campo antiguos", añadían los trabajadores.

fiel a la realidad La idea de este proyecto es respetar la estructura original de las antiguas viviendas y su pintura. Aunque muchas partes están desconchadas por la humedad y el paso de los años, todavía se puede observar el yeso blanco con que se lucía el interior de roca de las viviendas.

Las obras de rehabilitación se están realizando en grutas que no presentaban gran deterioro y no necesitaban de importantes inversiones. El escultor y escritor José Antonio Barquin ha orientado los pasos de rehabilitación. Este cántabro con lazos lodosanos es un gran conocedor de las cuevas- viviendas. De hecho, editó el libro La vivienda troglodita en Lodosa, donde narra los detalles de la vida de las familias lodosanas que habitaban estos espacios.

Las cuevas llegaron a tener suministro eléctrico en 1920 pero no agua corriente. "En verano la casa estaba muy fresca y en invierno no necesitábamos calefacción. Los hombres aprovechaban el invierno, cuando no había tanto trabajo en el campo, para ir cavando las casas y ampliándolas. La mayoría tenían corral y varias habitaciones. La verdad es que, pese a lo que se puede pensar, se vivía muy bien allí. Yo me acuerdo con mucho cariño de esa época", recordaba Pilar Rodano Morentin, lodosana de 86 años que bajó a vivir al casco urbano de la localidad en los años 50, después de casarse.

Las estructuras contaban en el centro con una nevera, que servía para ventilar la gruta desde arriba y todas las habitaciones daban al caño, un pasillo central que era lo primero en construir.

Tras una fuerte tormenta en 1961, muchas de las cuevas lodosanas se hundieron y quedaron inhabitables. El Ayuntamiento mandó desalojar a los 82 vecinos que quedaban en la peña y allí se acabó este peculiar modo de vida. Desde entonces sólo un centenar de grutas se mantiene en pie. La mayoría están abandonadas, pero muchas otras se utilizan como almacenes, corrales y perreras. Ahora, cuatro de ellas se podrán visitar.

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